top of page

“Señales que me contaron su historia antes del diagnóstico”

Una historia real sobre cómo, a veces, lo que parece un rasgo de carácter es en realidad la forma más silenciosa de pedir ayuda.


Cuando me dieron el diagnóstico de mi hija, muchas piezas empezaron a encajar. Pero durante mucho tiempo no supe verlo. Pensaba que simplemente era una nena rápida, curiosa, con un carácter intenso. Creí que tal vez estaba sobreestimulada, que todo tenía que ver con el contexto familiar: su hermano mayor, que es autista, había recibido muchas intervenciones y apoyos, y yo imaginaba que ella se había adaptado a esa dinámica.


Mientras tanto, pasaban cosas que me hacían dudar: su aburrimiento constante, su necesidad de aprender más, su tristeza cuando sentía que nadie la entendía, el agotamiento emocional, el día en que no quiso entrar más al colegio. Después de varias sesiones de evaluación, y de ver cómo todo esto empezaba a afectarla profundamente, llegó el diagnóstico de altas capacidades.



Señales que nos ayudaron a identificar su diagnóstico

Estas son algunas de las señales que fui viendo antes de tener un nombre para todo eso. Quizá puedan ayudarte a reconocer algo parecido en tu hijo o tu hija.



✅ Curiosidad inusual y necesidad de profundidad

  • Desde muy chica hacía preguntas complejas que requerían explicaciones detalladas.

  • Se interesaba por temas que no son habituales para su edad.

  • No se conformaba con respuestas superficiales.


✅ Comprensión avanzada y pensamiento abstracto

  • Entendía conceptos que normalmente los niños de su edad no logran integrar con tanta facilidad.

  • Relacionaba ideas y encontraba conexiones de manera muy veloz.


✅ Lenguaje rico y preciso

  • Usaba un vocabulario amplio y sofisticado.

  • Podía expresarse con claridad sobre lo que sentía o pensaba (incluso aunque luego, por inhibición, no lo dijera en público).


✅ Sensibilidad emocional intensa

  • Experimentaba emociones con mucha profundidad.

  • Alta empatía y percepción del estado emocional de los demás.

  • Manifestaciones físicas del estrés (como la caída del cabello).


✅ Necesidad constante de desafío

  • Se desmotivaba ante tareas repetitivas o demasiado sencillas.

  • Cuando no sentía que aprendía algo nuevo, se aburría y desconectaba.

  • Comentarios como: “No quiero ir si no me enseñan algo distinto.”


✅ Velocidad de aprendizaje

  • Incorporaba contenidos académicos de manera muy rápida.

  • Aprendía sola sin requerir demasiada instrucción.


✅ Alta autoexigencia y perfeccionismo

  • Tendencia a frustrarse si algo no salía perfecto.

  • Dificultad para tolerar el error o la equivocación.


✅ Capacidad de concentración e hiperfoco en lo que le interesa

  • Podía sostener la atención durante mucho tiempo si la actividad le resultaba significativa.

  • Hiperfocalización en áreas de interés.


✅ Inhibición en contextos grupales

  • Si bien en casa hablaba con seguridad, en la escuela prefería no contradecir, callar o ceder si algo no coincidía con lo que pensaba.


✅ Asincronía madurativa

  • Intelectualmente parecía mucho mayor que su edad cronológica.

  • Emocionalmente seguía siendo una niña de seis años que necesitaba contención.


✅ Alta creatividad y pensamiento divergente

  • Originalidad al resolver problemas o proponer ideas.

  • Imaginación rica y viva.


🌿 Si algo de todo esto te resuena, no lo minimices. A veces, lo que parece un detalle es el comienzo de una historia que merece ser escuchada.


💛 Que estas señales sean un punto de partida para acompañar con amor y respeto.

Comments


Sumate a nuestro eXtraordinario equipo

Be Xpert ;)

No te pierdas nada

¡Gracias por tu mensaje!

bottom of page